martes, 24 de noviembre de 2009

Cata de vinos en casa de Tolo.

Este sábado me reuní con unos cuantos amigos en casa de Tolo, en "Consell", donde él y su familia tiene una bonita casa a las afueras del pueblo.

Eramos 8, y cada uno de nosotros llevó un vino distinto, sin ningún tipo de restricción, con lo que la cata sería mucho más interesante por la variedad de vinos a la que nos enfrentamos. El primer vino que catamos fue Dominio del Bendito 2004, de la D.O. Toro, elaborado con la variedad tinta fina, vino muy poderoso, con potencia y mucho nervio, a este vino le hace falta algo más de tiempo en botella para que se afine y sea más elegante. Le seguió el vino High Constantia - Sebastian - 2001, vino de Sudáfrica y elaborado con Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon, un vino muy expresivo y con una nariz sublime, elegante, en boca pleno y envolvente y que gusto mucho a todo el grupo. Después le llegó el turno a un vino muy sorprendente de la zona de Castilla y León, el vino Cambrico 2005, elaborado con una variedad minoritaria llamada Rufete y oriunda de esa zona, este concretamente de la zona de Salamanca, un vino con recuerdos de frutas rojas en licor, muy fresco con una buena acidez, y que con su buen conjunto no se notaban sus 15º de alcohol. El siguiente vino fué un Martinet Bru 2006, de la D.O. Priorato, vino franco y potente con una nariz de buena intensidad y en boca con buena carga frutal, notas minerales y expresivas. Luego le llegó el turno a un Chateau La Grave a Pomerol del 98, un vino con mucha finura pero aún muy entero, con buena expresión aromática, buena estructura y potencia en boca, con frutas maduras, notas balsámicas y especiadas un gran vino. Para continuar, regresamos a un vino español y más concretamente de la D.O. rioja un extraordinario Roda I de la añada 2001, este vino nos enamoró a todos por su intensidad aromática, muy amplia, elegante y de gran expresión, en boca con un buquet redondo, taninos finos y muy elegantes y una gran cantidad de notas de frutas en licor, balsámicos, especias, en resumen un vino pleno y de gran calidad. De aquí nos fuimos a al D.O. Ribera del Duero, para catar una novedad el vino Flor de Silos de la añada 2004, un señor vino y lo digo por que es un vino poderoso, con un gran potencial de futuro, muy largo y expresivo con una gran estructura que impresionó al personal, un vino para seguir de cerca.

Entre vino y vino, nuestro compañero Eduardo ("el chileno") de Cellers Unió, para los amigos, nos había preparado unas verduras a la plancha y nuestros amigos argentinos unos buenos chuletones a la brasa, así que como colofón y en la sobremesa, nuestro compañero Tolo nos obsequió con un vino, que es el sueño de muchos aficionados a este mundo, poder catar y saborear uno de los vinos franceses con pedigrí y de difícil adquisición, y no solo por su precio, se trataba de un, y permitirme que lo ponga en mayúsculas, CHATEAU CHEVAL BLANC 1er GRAND CRU CLASSÉ de añada 1997, de la zona de St. Emilión. Todo y que la añada que degustamos no fué una de las mejores valoradas, tengo que decir que fue toda una experiencia, así como un placer, tratándose de un vino con 12 años, desprendía finura a raudales, una nariz fina y muy elegante, con un buquet con recuerdos a sotobosque, frutas en licor, taninos muy suaves pero finos, todo un ejemplo de vino de largo recorrido. Y cuando aún no nos habíamos repuesto de tan agradable sensación, Eduardo nos sacó un vino blanco el Licorella, elaborado 100% con la variedad Pedro ximenez, un vino blanco seco de la zona del Priorato, muy interesante y distinto, muy fresco y largo en boca y del que prestamos buena nota para nuestra próxima cita, ya que a este vino no le vendrían nada mal unas gambas a la plancha, así que ya sabeis por donde irán los tiros para la próxima reunión. En fin, no quiero dejar de agradecer tanto a Tolo, por su hospitalidad y generosidad, y a Eduardo por preparar tan rico manjar, y al resto un fuerte abrazo. salud.






" ... dejate llevar por las sensaciones ... "

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