lunes, 23 de noviembre de 2009

Hoy me toca cocinar a mi.

Como es de bien nacidos ser agradecidos, quise corresponder a mi amigo Miguel y a su mujer Ana, con una comida en mi casa. Como seguimos enfrascados en el la cocina de otoño, pensé en ofrecerles una receta muy típica de Mallorca, y así me aventuré a preparar una buena "Porcella al horno" y ni corto ni perezoso me deje caer por Ca Na Paulina donde fui atendido por Tomás, un tío la mar de simpático, que me propuso una porcella de 4 kilos, con la que me aseguro que triunfaría seguro. Me puse manos a la obra, y lo primero que hice fue colocar al porcella en remojo en agua y sal y unas gotas de limón. Mientras la porcella se daba un baño, fui preparando la guarnición, a base de patató, zanahorias y unas cuantas chalotas, así que me puse a pelar todo, y una vez pelado, lo dispuse en una bandeja del horno, lo salpimenté y lo rocié con un buen chorro de aceite virgen, eso si, de Malorca. Una vez pasado el tiempo del baño del animalito, lo escurrí, unté con con manteca una fuente de horno, e hice lo mismo con la porcella, me unté de manteca las manos y le di un masaje, lo dispuse en la bandeja, lo salpimenté, le añadí unas gotas de limón y medio baso de brandy, para esta ocasión utilicé uno mallorquín, Brandy Gran Reserva Suau, una maravilla. Como previamente había calentado el horno a 190º, introduje la bandeja de la guarnición en la parte baja y en la parte media la fuente con la porcella, a la que unte por su parte superior con un pringue mezcla de aceite, cerveza y un poquito de miel, para que la piel quedara bien crujiente y doradita. La porcella estuvo unos 90 minutos y luego le puse el grill durante 5 minutos más y así me aseguré el exito dejando una piel crujiente que haría la delicia de mis invitados, y así fue como observareis en las fotos, por ser mi primera vez en elaborar esta receta, hace salivar solo el mirarla, y de verdad os digo que estuvo de escandalo, a todo eso para acompañar a tan digno plato, descorche una botella de cava fresco de la bodega Raimat, elaborado con la variedad chardonnay, en honor a la invitada, gran aficionada al cava, y para el resto una botella de un vino de la D.O. Ribera del Duero, y que me perdonen los bodegueros mallorquines, pero de vez en cuando.... el vino fue un Alión cosecha del 99, que acompañó a la perfección, así que ya lo veis, animaros que esto da mucho de si.







"... dejate llevar por las sensaciones ... "

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